FASCINACIÓN POR LA VIOLENCIA AUDIOVISUAL
El gran director español de origen chileno, Alejandro Amenábar, debutó en el séptimo arte con la película “Tesis”; no obstante, antes de meternos de lleno con el comentario del filme, comentaré la interesante historia previa.
En 1990, Amenábar inició sus estudios de imagen y sonido en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, pero ya entonces se sentía urgido por poner en marcha sus primeros proyectos como realizador, y así lo hizo, aunque este hecho le propiciara no asistir a multitud de clases. Cuando prácticamente estaba a punto de licenciarse, tuvo que abandonar los estudios por culpa de un suspenso: la asignatura en cuestión era precisamente realización; sin embargo, por aquel entonces ya había rodado sus primeros cortometrajes, en los que no sólo ejerció de director, sino también como guionista, protagonista, autor de la banda sonora y montador. Aquellos trabajos son: “La cabeza” (1991), que obtuvo el primer premio de la Asociación Independiente de Cineastas Amateurs (AICA), e “Himenóptero” (1992), cuya proyección en el Festival de Elche despertó los elogios de Bigas Luna y sobretodo el interés de otro director, José Luis Cuerda, quien a partir de entonces ejerció de mecenas del joven realizador.